Eva M. Peribáñez Pobo

Psicóloga clínica y orientadora educativa con más de 20 años de experiencia, ofrece servicios de terapia breve estratégica, tratamiento de trauma mediante EMDR, orientación educativa y coaching para la vida, tanto en persona como en remoto desde Barcelona.

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El EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es una técnica terapéutica efectiva para tratar traumas, estrés postraumático y otras experiencias difíciles.

1. Preparación

Antes de abordar el trauma o la experiencia difícil, el terapeuta trabaja con el cliente para crear un entorno seguro y estable. Esto incluye:

  • Establecer confianza: Construir una relación sólida entre terapeuta y paciente.
  • Enseñar técnicas de regulación emocional: Herramientas como respiración profunda, visualización positiva o anclajes emocionales para manejar posibles reacciones intensas durante el proceso.
 

Este paso es fundamental para asegurar que el cliente se sienta preparado y seguro antes de enfrentar recuerdos difíciles.

2. Identificación del Recuerdo Traumático

El terapeuta ayuda al cliente a identificar el recuerdo específico o evento traumático que desea trabajar. Esto implica:

  • Localizar el núcleo del problema: Determinar qué pensamientos, emociones, sensaciones corporales o creencias negativas están asociadas con ese recuerdo.
  • Definir objetivos claros: Establecer qué cambios quiere lograr el cliente respecto a ese recuerdo (por ejemplo, transformar una creencia negativa como «No valgo nada» en una positiva como «Soy capaz y merezco ser feliz»).
 

Este paso es crucial para enfocar la intervención.

3. Desensibilización y Reprocesamiento

Aquí comienza el corazón del proceso EMDR. El cliente concentra su atención en el recuerdo traumático mientras experimenta estímulos bilaterales, como:

  • Movimientos oculares controlados (seguir con los ojos un objeto que se mueve de un lado a otro).
  • Vibraciones alternas en las manos (utilizando dispositivos específicos).
  • Tonos auditivos que cambian de un oído a otro.
 

Estos estímulos ayudan a procesar el recuerdo traumático, disminuyendo su carga emocional y permitiendo que el cerebro lo integre de manera más saludable.

4. Consolidación y Evaluación

Una vez completada la desensibilización, el terapeuta evalúa el progreso y refuerza los resultados obtenidos:

  • Verificar el impacto: Asegurarse de que el recuerdo ya no genera una respuesta emocional intensa.
  • Fortalecer creencias positivas: Incorporar nuevas perspectivas más saludables sobre el evento.
  • Revisar habilidades de autocuidado: Recordar al cliente cómo mantener el bienestar emocional fuera de la sesión.
 

Este paso finaliza el ciclo de tratamiento y asegura que el cliente se sienta empoderado y preparado para continuar su vida sin la carga emocional previa.